El pasado 30 de diciembre, el Concejal de Medellín, Andrés Rodríguez, más conocido como “Gury”, se encargó de tapar con gris el mural “Nos están matando”, ubicado en la zona de La Toscana, el cual fue pintado por nuestros artistas nuevamente, pero el pasado 8 de enero se encargó de cubrirlo de nuevo, dicho mural permanecía allí desde las manifestaciones por el Paro Nacional de 2021.
Lo que para Gury es un adefesio, para nosotros es un acto de conmemoración a los jóvenes que murieron y se enfrentaron contra una ciudad cargada de violencia y uribismo; contra una Medellín paraca, una Medellín que no nos representa.
Si bien es clara la apatía y el cinismo de este sujeto, no está mal recordar algunas pérdidas que sufrimos gracias al abuso policial y de poder en las manifestaciones, donde, según el Indepaz (Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz), hubo 80 muertes el pasado 23 de julio de 2021, y alrededor de 2.110 casos de violencia por parte de la Fuerza Pública y 28 víctimas de violencia sexual. ¿Acaso necesita más cifras? ¿O se acuerda de Lucas Villa, de Jeisson García (13 años), Marcelo Agredo (17 años), Yison Andrés Murillo (23 años), Santiago Murillo (19 años), Nicolás Guerrero (26 años), que son solo algunos de los nombres a los que se les conmemora? Aquí no hablamos únicamente de Medellín, estamos dando luz a esas personas que durante el paro defendieron sus derechos y los míos en todo el país. A lo que usted llama adefesio, petrismo y vandalismo es, en realidad, el orgullo y la dignidad de 80 familias, sin contar que las denuncias por muertes a manos del Estado superaban las 100, muertes que hasta el día de hoy nos han negado.
Aquí no estamos hablando de partidos, no estamos hablando de política, ESTAMOS HABLANDO DE DIGNIDAD HUMANA, DESDE EL DOLOR Y LA ESPERANZA DE UN FUTURO MEJOR; LEJOS DE LA VIOLENCIA.
Continuando, en uno de sus post respecto al tema, Gury dice:
“Pues si eso es un graffiti, es el graffiti más feo y malo que he visto en mi vida. El mensaje es nefasto. Con tantos mensajes positivos por comunicar, ¿por qué tienen que poner que nos están matando? Eso me parece terrible. Así como ellos pintan, yo también los puedo tapar”.
Vamos a dejar de hablar de violencia cuando deje de existir. Usted es solamente el ejemplo de un país sin memoria, de un país que no lee. El optimismo se lo dejamos a ustedes, los politiqueros que creen que con el gris de su indiferencia pueden hacer caso omiso a un país sumergido en la violencia.
¿Y cómo confiar en politiqueros como usted?
Si al inicio habla de vandalismo, pero cuando ve que le conviene para su campaña, empieza a hablar de un cambio de ideologías y del mensaje que, según usted, surge gracias a su gran trabajo tapando el muro.
Déjeme decirle que el mensaje de “El arte no se calla” es, en realidad, el ruido que usted quiso callar, porque en Medellín y en toda Colombia, NOS ESTÁN MATANDO.


